Mala Reputación {Libre}

¿Nadie me estaba siguiendo verdad? De todas formas mire hacia atrás para ver que ninguna cara estaba pegada en mi o lo mas importante que no había ninguna cara conocida en aquel lugar. No era paranoia. Claro que no, simplemente no quería perder mi preciada reputación. ¿Qué era una persona sin reputación? La mía era mala, pero era mejor que no tener ninguna reputación. Seguí caminando por el mercado, mirando la hora: las 16:42 minutos para ser exactos, metiéndome las manos a los bolsillos, y deteniéndome en un par de tiendas para nada sospechosas. Algo norma en el un chico como yo querer ver el caviar que vendían o la lencería interior femenina, lo cual era claramente mucho mas interesante siempre y cuando la imaginara encima de alguna cuerpo, de la otra forma era simplemente…rara.

Negué con la cabeza rápidamente mientras me detenía delante de la puerta de una tienda en particular. Paranoia o no, observe a todos lados antes de ingresar, sintiéndome realmente en paz cuando estuve resguardado dentro de las paredes de la mas maravillosa tienda de cómics. Si, un placer oculto que muy pocas personas sabían porque vamos, era un chico cool, con una chica nueva cada semana, y aquello simplemente no pegaba con la onda nerd de que me gustaran los cómics. Pero así era la naturaleza y me había hecho adorar todo aquello, y a esa tienda, que era como el paraíso.

Me puse a vagar por los pasillos, mirando discretamente las ultimas adquisiciones, deseando que ningún conocido pasara por fuera de aquel antro de nerd y me reconociera.

Vamos, Lu. No tiene nada de malo, aparte de que te queden mirando al reconocerte no tenia nada de malo entrar a la tienda de comics para llevarle un regalito a... a mi sobrinito, si eso, era un regalito para el. No era que yo tuviera cierta obsesion por los personajes de Marvel, claro que no. ¿Cuando me habia vuelto asi? Desde pequeña recordaba ser la chiquilla popular que no asistia a este tipo de tiendas, pero claro... Los tiempos cambia y yo comenze a odiar a la persona en que me habia convertido cambiando al momento. Ser superficial era lo que mas odiaba y aveces me reprendia a mi misma por ser asi en ocaciones, pero algo queda. Comenzé a curiosar entre los aparadores manteniendo la mirada hacia abajo, sentia la gente entrar y salir... Y me gustaba que no me tomaran atencion en este momento. Me arrodillé para poder ver los comics que estaban hasta abajo y suponia yo lo ponian ahi porque ya habian perdido su toque.

La primera vez que entré a una tienda asi fue por Bill, yo tenia 14 años y estabamos de compras para la semana junto a mi madre. Yo habia ido por un helado, ella por alguna chucheria que siempre compraba y escondia, asi que ella desaparecio de nuestra vida. El me pidio que le acompañara y accedí. Me habia gustado la manera en que plasmaban los dibujos en corrientes hojas de papel para luego ser distribuidos por diferentes lugares, era un circulo vicioso. Mientras uno le daba mas a los lectores ellos volvian por más, era obvio.

Me levanté con algunos comics en la mano, dispuesta a ir a comprarlos, al fin y al cabo me habia tirado como una hora aqui ya era hora de largarme a casa.

Bien, relájate. No estas vendiendo droga en la plaza de la ciudad, estas simplemente buscando un cómics, nada malo. MI mente no dejaba de repetirse aquellas palabras como si eso me fuera auto convencer de que ahí estaba siendo normal. No, claramente no lo estaba siendo y vamos que mi miraba estaba mas fija en las vitrinas y en las personas que pasaban afuera que en los cómics que revisaba entre mis manos. Vale, vale, estaba siendo el grandísimo idiota que solía ser la mayoría del tiempo. Quizás tendría que dejarlo de ser por algunos minutos y ver que tal me iba…seguro que no tendría mucho más éxito.

Pero todo aquello se me olvido cuando en mis manos tuve la primera edición de la mujer maravilla, y es que era mi fantasía sexual, mi amor de adolescente…una sonrisa estupida se pego en mi rostro mientras caminaba distraídamente hasta la caja, no me importaba el precio, podía pagarlo. Lo quería, tenia que ser mío ahora…-¡Lua!-Mierda, mierda, mierda…¿Por qué tenia que estar ella aquí y ahora? ¿Y porque la había llamado? Escondí el cómic en mi espalda, como si fuera una revista porno o algo así-¿Qué…?¿Qué estas haciendo aquí?-pregunte nerviosamente, mientras me quedaba justo en frente de ella.

Estaba concentrada en esquivar la mirada del chico de la caja, no era que lo considerará un asesino en serie, pero yo sabia que mirar a alguien fijamente aún se tomaba como algo descortes y realmente el chico ese me tenia un poco asustada. Tenia los comics sujetos contra mi pecho, como si en algun momento me fueran a juzgar por algo. Pero durante toda mi estancia en este lugar, despues de la media hora los chicos volvieron su vista a los dibujos entre sus manos y dejaban de mirarme las piernas. Realmente no me esperaba lo siguiente, no era que tuviera una bolita de cristal magica que frotara y me dijiera que pasaria en las horas siguientes, pero cuando escuche mi nombre ser pronunciado por una voz masculina que ya conocia, deje caer todos los comics que tenia contra mi pecho, quedando algo sobresaltada, me habia dado un buen sustos.

Actó seguido me agache a recojerlos, dispuesta a no tomar atencion, pensaba yo que si no levantaba la mirada o mucho menos le hablaba me dejaria y se iria. Pero escuche sus preguntas siguientes y resignada levanté la cabeza, es mas quien el tambien estaba en la tienda no tendria porque que acusarme. -Comprar, ¿Que no ves? Parecé que tu tambien lo haces... - Dije mientras señalaba la esquina del comic que habia escondido detras de su espalda.

La reacción no fue la que esperaba. Sinceramente había sido mucho mejor. Porque si a mi me hubieran gritado mi nombre en aquella tienda, por un conocido, seguramente hubiera dejado todo tirado ahí y hubiera salido corriendo, y yo era bueno para correr. Pero Lua se había limitado simplemente a saltar como un venado asustado botando al suelo todas las cosas que llevaba en la mano. De buenas a primeras ni siquiera hice ningún amago por agacharme a ayudarla, pero cuando ella respondió mi pregunta y e di cuenta que ella ya se había fijado en lo que tenia, tuve que resignarme. Me agache a ayudarla a levantar las revistas y segundos después se las pasaba cuando ambos ya estábamos de pie.

-Son para mi sobrino-mentir era una de mis especialidades, pero nunca tan descaradamente. Vamos que no tenia hermanos y menos tendría sobrinos. Rodee los ojos mientras la tomaba de un brazo y hacia que ambos camináramos hasta los estantes que estaban al final de la tienda.-Vale, me has pillado-dije riendo de medio lado mientras dejaba de esconder de una vez por todas la primera edición de la mujer maravilla que me llevaría a casa aquella noche.-No sabia que eras una nerd en potencia-bromee luego mirando todos los cómics que llevaba la muchacha en las manos.

Eso podía ser tomado como una señal, no había duda alguna de eso.